«Israhell»: Un Pueblo de Paz y Amor (?)

A medida que avanzo por el camino de mi vida (?), cada vez son más las personas que conozco de origen Judío, cosa que voy a decir una y mil veces, no me molesta en lo más mínimo (más allá de que los Judíos sean dueños de casi todo el capital mundial, y de empresas multinacionales que nos llenan hasta el orto con sus porquerías). El problema con ésta gente reside en que sienten un amor incondicional hacia Israel, un país que, por cuestiones cronológicas, históricas y políticas, no debería estar donde está.

Yo comprendo que el pueblo Judío haya querido desde hace más de dos mil años un territorio con el que se sientan identificados (aunque la idea de patriotismo sea una cagada), pero esa no es excusa para adorarlo de esa manera casi irracional. Además, reclamar algo que no reclamaste durante 1800 años es algo muy pelotudo.

Para quienes no estén informados sobre el tema… Israel es un pueblo muy, MUY antiguo, pero alrededor del año 100 a.C., con la conquista Romana sobre dicho pueblo, los Judíos se dispersaron por toda Europa, y luego por todo el mundo. A partir del siglo XIX, el movimiento Sionista, el cual fomentaba el reestablecimiento de un territorio Judío (“La tierra prometida”), comenzaba a tomarse cada vez más en cuenta.

Al finalizar la Primera Guerra Mundial, La “Sociedad de Naciones” aprobó la intención de crear un “hogar nacional para el pueblo Judío”. Y así, en 1947, luego de la nefasta Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, se aprobó la partición del estado Palestino en dos sectores, uno judío y otro árabe.

Ahora lo interesante de todo esto es que, Israel, según cuentan los queridos judíos con los que he hablado, es un estado y una nación que promueve la paz. ¡JAJAJAJA! Vamos a ver si es tan así.

Desde que el pueblo judío formó el Estado de Israel, éste país ha tenido terribles confrontaciones bélicas, sociales y culturales con Palestina. Estos conflictos siguen existiendo hasta el día de hoy, y por lo que se ve, no van a terminar nunca. Dichas confrontaciones suceden por el simplísimo hecho de que Palestina no acepta y no aceptará, por ningún motivo, que Israel les haya quitado todo su territorio desde hace casi 60 años, ya que, como sabrán, todo esto está estrechamente vinculado con las creencias religiosas del Judaísmo.

Otra cosa interesante para comentar es que, Israel se basa en contextos sumamente fundamentalistas. Según ellos, el estado de Israel es la sagrada tierra prometida, un lugar que les pertenece a ellos, y les pertenecerá por siempre, según el antiguo testamento (que si no me equivoco lo usan como una constitución nacional).

En fin, durante estos 60 años, Israel fue adquiriendo y robando cada vez más territorio Palestino. El día de hoy, son dueños del 80% de lo que años atrás perteneció a Palestina. Esto provoca las confrontaciones de las que hablé párrafo arriba. Hechos como “la guerra de los 6 días”, o los conflictos de finales del 2008 marcan la crueldad del estado Israelí. Es una guerra desigual, un conflicto en el que las armas son misiles y piedras (que el lector piense a quién pertenece cada cosa), un conflicto que se basa en fundamentalismos asquerosamente religiosos, un conflicto ABSURDO.

Podría seguir durante toda una semana escribiendo éste artículo, pero seguramente por cada letra que escribo, muere un palestino por el cruel estado de ISRAHELL.

Lo más triste de todo esto, es que seguramente la persona judía que lea esto va a tacharme de Antisemita, o alguna pelotudez de ese tipo. Pero bueno, son tan caraduras que aborrecen a los genocidios ¿Y qué es lo que están haciendo en la franja de Gaza? Lo dejo a su criterio: